Por Corina Rodríguez Hidalgo
Rectora
Master en Educación Especial / Universidad Pontificia de Salamanca
Los desafíos a los que actualmente se enfrentan niños y jóvenes a temprana edad, hace indispensable un seguimiento estrictamente individualizado, no solo en lo académico, sino también en lo formativo. Familia y colegio debemos desarrollar herramientas para que los menores logren descubrir quiénes son y desde su realidad, qué metas son capaces de alcanzar, fortalecer su autoestima, aprender a tomar decisiones y hacerse responsable de ellas. Estas son las ventajas de tener un programa de tutoría.
El programa de tutoría aprovecha la experiencia del personal docente de la institución (psicólogos, orientadores y educadores) que están capacitados para diseñar estrategias que permitan acompañar a sus tutoreados con sus inquietudes y necesidades cognitivas, sociales y emocionales.
El tutor es el encargado de supervisar el mejor desarrollo de cada uno de los alumnos que tiene a su cargo, ayudándolos a definir su proyecto de vida, lo que indiscutiblemente le servirá para la construcción de su futuro.
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