martes, 28 de septiembre de 2010

La confianza entre padres e hijos

Dra. Piedad Ortega de Spurrier
Directora del DOBE
Unidad Educativa Ágora

La vida moderna es cada día más rápida y los hijos están expuestos a experiencias nuevas desde más temprano. Ahora tienen nuevos medios para conocer realidades diferentes pero, están más solos frente al mundo, porque es usual que los padres estén ocupados en sus propias actividades.

La época incide en la formación de los hijos. Por un lado, los adolescentes pueden hacer uso de una independencia que les da la oportunidad de desarrollar un pensamiento crítico, creativo e independiente. Por otro, puede generar un pensamiento y una forma de actuar sin límites y ponerse en situaciones de riesgo con consecuencias que marcan sus vidas y ponen en juego su porvenir.

¿Cómo confiar en que un hijo adolescente pueda elegir de forma adecuada a pesar de contar con menos presencia de sus padres?

"Yo confío en él, porque es mi hijo", es una frase común que se escucha decir a los padres en el intento de garantizar el proceder de sus hijos. Que se sientan respaldados por sus padres, es muy importante. Pero es necesario recalcar que la confianza es algo que se contruye en el acompañamiento sostenido entre padres e hijos a lo largo de los años. Se la pone a prueba, sufre reveses, se la renueva. Es un ejercicio cotidiano porque en cada ocasión que un adolescente tiene que elegir puede optar, no por la vía más conveniente, sino por la que produce mayores satisfacciones.

Entonces, el tiempo de la conversación entre padres e hijos, es el tiempo de la construcción de los crietrios para tomar decisiones.

Mientras más elementos de juicio tengan los adolescentes para decidir, lo harán mejor, y también podrán confirar en su propio porvenir.